Hoy en día se habla de cirugía estética como algo normal y habitual, no solamente para el sexo femenino sino para ambos sexos. La mayoría de las personas que se someten a una cirugía estética lo hacen con la finalidad de “mejorar y perfeccionar” su aspecto físico, con lo que es posible incrementar su autoestima y, por ende, su calidad de vida.

No obstante, existen ciertos médicos que no están interesados en la práctica de la ética profesional y que realizan un trabajo negligente que va en detrimento del paciente en muchos sentidos y algunas veces sin que exista manera alguna de reparar el daño, que no solo abarca su aspecto físico, sino también el mental y emocional, así como el deterioro de la vida misma del paciente en muchos sentidos.

Por lo anterior, se hace necesario que el paciente tome precauciones antes de ponerse en manos de cualquier cirujano, y que tenga muy en cuenta que, como en muchos otros contextos, “lo barato, cuesta caro”. Podemos aseverar que un buen médico cotiza sus servicios a un precio alto, ya que se ha esforzado preparándose para ello, es como cuando compramos un auto, no tendremos la misma calidad si compramos un auto compacto que si nos decidimos por un auto de lujo, y obviamente dicha calidad habrá que pagarla con dinero.

Así que, lo primero que un paciente que se quiere someter a una cirugía estética tiene que hacer es investigar los antecedentes del médico que elija para operarse, ya sea por referencias de alguien conocido, a través de la red, visitando algún hospital o clínica donde esta ejerza, etc. Ya que se hace imprescindible estar bien informado del historial del profesional en cuyas manos depositarás tu cuerpo y más que eso, tu vida.

Una vez que hayas elegido al cirujano, ambos firmarán un acuerdo mediante el cual este se compromete a realizar la operación con resultados puntuales y en ese momento también se informa al paciente de los pormenores que acompañan cada intervención quirúrgica, así como los riesgos que existen, aunque el cirujano sea excelente.

Aun cuando hoy en día existen excelentes profesionales de la salud que hacen maravillas en sus pacientes cuando se trata de cirugía estética, desafortunadamente también existe la cara opuesta de la moneda, y como paciente habrá que estar muy atento en lo que se refiere a la negligencia médica en el rubro de la cirugía estética, con la finalidad de evitar pasar un muy mal rato al sufrir las consecuencias de la misma.

Al hablar de negligencia médica podemos hacer referencia a 3 tipos:

  • profesional – sucede cuando el médico con premeditación, alevosía y ventaja, es decir, con dolo, deja de lado su ética y profesionalismo durante el ejercicio de su trabajo;
  • inconsciente – es cuando sin querer, el cirujano omite alguna acción o práctica importante en la cirugía, que va en detrimento de la salud y el bienestar del paciente;
  • consciente – esto sucede cuando el profesional de la salud aún no cuenta con la experiencia y capacitación necesaria y corre riesgos innecesarios que ponen en riesgo al paciente, así como el resultado de la cirugía.

Asimismo, la confianza es un factor preponderante en lo que se refiere a los resultados satisfactorios de cualquier intervención quirúrgica. Por lo que se hace necesario que la relación médico/paciente se fundamente en la confianza, la honestidad y la comunicación asertiva entre ambas partes. El médico debe conseguir que el paciente le tenga toda la confianza para expresar sus dudas e inquietudes, para así poder crear una relación con un alto nivel de confianza y rapport, ya que esto fomentará los resultados positivos en lo que respecta a la intervención quirúrgica y en todo el proceso.

Si está buscando un profesional que se desempeñe con ética y profesionalismo, que demuestre con su trabajo que es un experto y está capacitado para realizar una cirugía estética de primer nivel, le ofrecemos algunos tips para tomar en cuenta:

  • en primer término, compruebe las credenciales del profesional de la salud, cuánto tiempo lleva ejerciendo, su historial tanto académico como de su actividad profesional, los lugares en los que ejerce, etc.
  • si es una ganga, y los honorarios del médico están por debajo de la media NO LO HAGA, ya que la calidad en este rubro, como en muchos otros, tiene mucho que ver con el factor económico y usted merece ponerse en manos de alguien que le garantice dicha calidad, recuerde “lo barato, cuesta caro”.
  • exhaustivamente busque referencias, infórmese con gente que el médico haya atendido previamente, hasta que todo lo que le digan sea convincente y le genere absoluta confianza, asegúrese que está en manos de un verdadero profesional en el que puede confiar plenamente y que lo dejará satisfecho.
  • en la entrevista pregunte TODO lo que necesita saber, lleve sus dudas por escrito y no se quede con ninguna, eso sustentará su decisión y podrá sentir si el médico le inspira la confianza necesaria para someterse a la cirugía;
  • asegúrese de leer bien el acuerdo y preguntar acerca de cualquier duda que surja al respecto.
  • ponga mucha atención en la actitud del médico, si se das cuenta que lo único que quiere es obtener provecho económico y no percibe que le interesa su bienestar y ofrecerle un servicio de primera, como lo merece, busque otras opciones hasta que realmente sienta que es la persona idónea para poner en sus manos lo más valioso que tiene: su cuerpo, su belleza, y su integridad como ser humano.